De acuerdo con la versión de Lee, Zynga le prohibió a cualquier empleado vender sus acciones por un plazo de 165 días posteriores al debut de la compañía en la bolsa de valores, que fue en diciembre de 2011. Pero luego, en marzo (2 meses antes de que terminara el bloqueo), a algunos directivos se les retiró el candado y muchos de ellos se apresuraron a deshacerse de sus activos, embolsándose $200 MDD en conjunto.
Para cuando Lee y el resto tuvieron la opción de hacer lo mismo, las acciones ya se habían devaluado. De hecho, ella adquirió 30 mil acciones a $3.8 USD cada una, y cuando las quiso vender, valían $3.1 USD cada una, es decir, perdió casi $20 mil USD.
No es la primera vez que escuchamos esto, a mediados del año pasado, la firma de abogados Schubert Jonckheer & Kolbe puso en marcha una investigación en torno a 9 de los inversionistas más pesados de Zynga, incluido el director Mark Pincus, pues se sospechaba que ocultaron información sobre la crisis que se avecinaba y entretanto, vendieron buena parte de sus acciones, antes de que estas se devaluaran. Lo más curioso es que la venta fue en abril de 2012, es decir, un mes antes de que terminara el bloqueo para el resto de los empleados.